“Encima que me habéis quitao el dinero me han despedido”. Con una frase tan directa como dramática plasmada en su pancarta, Paco Gómez Corral se plantaba cerca de las 8:30 en las instalaciones de la Cooperativa Tierra de Calatrava de Miguelturra y se subía a una torreta elevadora de grano.
¿Su intención? En primer lugar, pedir que se le devuelva su dinero, cerca de 130.000 euros que Paco metió “obligado” en la cooperativa (actualmente en concurso de acreedores) y que ahora han desparecido. Además, sin este dinero, Paco afirma que va a perder su casa, ya que no puede hacer frente a la hipoteca. Asegura que ni siquiera puede hacer frente a ningún tipo de gasto diario, ya que, a pesar de llevar cinco años trabajando en la cooperativa, sus papeles de paro aún no están en regla y no ha cobrado el subsidio por desempleo.
“No sé quién ha hecho la gestión; lo que sí sé es que no hay nadie en la cárcel”
Paco no ve normal que, después de toda la que se ha montado, la cooperativa siga abierta: lo que tienen que hacer es cerrarla y devolver a la gente el dinero que le han robado”. Las responsabilidades parecen escurridizas. En cuanto a las consecuencias, Paco no busca vueltas complicadas: “No sé quién ha hecho la mala gestión; lo que sí sé es que no hay nadie en la cárcel”
Mala gestión
Por eso poco antes de ser acompañado al cuartelillo por agentes de la Guardia Civil, Francisco Gómez Corral, bromeó con la posibilidad de ir a la cárcel mientras los verdaderos responsables de la situación de la Cooperativa siguen en la calle. Los 17 despidos, según se quejaba el propio Francisco Gómez en una entrevista con los medios a través del móvil mientras él estaba subido en la torreta, se han producido sin papeles.
Por eso poco antes de ser acompañado al cuartelillo por agentes de la Guardia Civil, Francisco Gómez Corral, bromeó con la posibilidad de ir a la cárcel mientras los verdaderos responsables de la situación de la Cooperativa siguen en la calle. Los 17 despidos, según se quejaba el propio Francisco Gómez en una entrevista con los medios a través del móvil mientras él estaba subido en la torreta, se han producido sin papeles.
“Quiero que me enseñen los papeles del ERE. Nos han echado pero no nos han dado ni un duro”, insistió. Uno de los socios veteranos se lamentaba de la situación y mantenía que si la Cooperativa ha fracasado habría que cerrarla porque está funcionando sin deber. La falta de control, la ausencia de una gestión adecuada son las causas que arguyen los cooperativas afectados a pié de campo.
El padre del joven que decidió protestar de ese modo también se lamentaba de que a su hijo lo hayan dejado sin empleo después de quedarse sin el dinero que tenía en la lína de crédito y que él tampoco podía ayudarle. Fue en la citada línea de crédito donde se detectaron las irregularidades lo que provocó que la entidad avaladora el banco Santander, suspendiera la colaboración.
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