A unos días para que comience el Carnaval, las obras del parque aún no están terminadas

El Carnaval de Miguelturra calienta motores y las obras del parque Doctor Fleming, donde está previsto que se den cita miles de personas para disfrutar de la fiesta, aún no están listas. Aunque los trabajos se están desarrollando a un ritmo frenético, actualmente, y a sólo unos días para que comiencen los festejos, quedan muchos detalles por cerrar.

El Partido Popular lamenta que, una vez más, el equipo de Gobierno socialista se haya mostrado incapaz de cumplir los plazos de una obra municipal que se está acometiendo con cargo al Plan E y que cuenta con un importe de 600.000 euros. En este sentido hay que recordar que la reforma de esta importante zona verde no ha estado nunca exenta de polémica dado que para acometer las obras se ha tenido que trasplantar la mayoría de la vegetación de dicho parque.

En la última Comisión de Cultura y Festejos, en la que se estuvieron debatiendo las propuestas del Partido Popular para intentar mejorar y engrandecer esta fiesta, el PSOE informó de que las obras del parque no iban a poder estar terminadas en el plazo previsto. Pretendían dar solución al problema mediante la instalación de farolas y mobiliario urbano de forma provisional lo que, a juicio del PP, resulta una auténtica chapuza que no está a la altura de nuestro Carnaval.

Esto viene a sumarse a que tampoco para los Carnavales de 2010 va a estar listo el Centro de Representaciones Escénicas, más conocido en Miguelturra como el Palacio del Carnaval. El edificio, que está subvencionado en parte por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, tenía prevista su finalización para 2007, pero a día de hoy no se ha fijado aún una fecha para su inauguración. Esto se debe exclusivamente a la mala gestión de los socialistas de Miguelturra, que se limitan a decir año tras año que para los próximos carnavales estará terminado sin que ese ansiado día llegue nunca.

Desde el Partido Popular de Miguelturra consideramos que este tipo de actuaciones, en las que los cargos públicos faltan repetidamente a su palabra, son los que desprestigian a la clase política, y contribuyen a la cada vez peor percepción de los políticos por parte de la ciudadanía.