Hasta los feudos más sólidos del PSOE están cayendo arrastrados por la crisis y el desplome del Gobierno de Zapatero. En Castilla-La Mancha, donde sólo han gobernado los socialistas en toda la democracia, primero con José Bono como presidente y después con José María Barreda, el Partido Popular lograría la mayoría absoluta si las elecciones autonómicas se celebraran ahora. Según un barómetro del Gabinete de Análisis Demoscópico (GAD), el PP de María Dolores de Cospedal llegaría al 50,3 por ciento de los votos, frente al 44 por ciento que obtendría el PSOE de Barreda. En número de escaños del Parlamento castellanomanchego, ejemplo de bipartidismo puro y duro, el PP podría sumar hasta cinco diputados más que los socialistas. La horquilla de los populares se sitúa entre los 25 y los 27, mientras que los socialistas estarían entre los 22 y los 24.
El actual presidente autonómico, José María Barreda, que se veía venir el «tsunami» general que afecta a los socialistas, lleva meses tratando de marcar distancias con el Gobierno y con José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, en octubre llegó a advertir de una «catástrofe electoral» para su partido si no cambiaba de rumbo. Unos días después Zapatero remodeló su Ejecutivo, pero las encuestas siguen reflejando el nulo efecto que tuvo esa medida y que la ansiada remontada sigue sin aparecer por ningún lado.
En el barómetro de Castilla-La Mancha, el PP sería el partido más votado en las cinco provincias. El mejor resultado lo obtendría en Guadalajara, donde el 22 de mayo se elegirán ocho diputados autonómicos. Los populares tienen una estimación de voto del 53,4 por ciento, frente al 38,9 por ciento de los socialistas. Traducido en escaños significa que cinco serían para el partido de Rajoy, y tres para el de Zapatero. Aunque el PP supera el PSOE en porcentaje de voto en todas las provincias, podría haber empate en el reparto de escaños en Albacete, Cuenca y Toledo. En caso de romperse la igualdad la mayoría beneficiaría siempre al PP. Un caso distinto es el de Ciudad Real, donde cualquiera de los dos partidos podría obtener un escaño más que su adversario, pero nunca empatarán, porque el número de diputados es impar (11).
En el estudio de GAD se pregunta por la preferencia que tienen los electores sobre la Presidencia de la Junta. En este apartado gana Barreda, que se beneficia de la buena imagen que sigue teniendo en su Comunidad y supera a Cospedal por siete puntos: el 47,9 por ciento le prefiere a él, frente al 40,9 por ciento que elige mejor a Cospedal. Además, el PP gana en fidelidad de voto (20 puntos superior a la del PSOE) y en la conversión de votantes: un 11 por ciento de antiguos electores socialistas votarían al PP.
El actual presidente autonómico, José María Barreda, que se veía venir el «tsunami» general que afecta a los socialistas, lleva meses tratando de marcar distancias con el Gobierno y con José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, en octubre llegó a advertir de una «catástrofe electoral» para su partido si no cambiaba de rumbo. Unos días después Zapatero remodeló su Ejecutivo, pero las encuestas siguen reflejando el nulo efecto que tuvo esa medida y que la ansiada remontada sigue sin aparecer por ningún lado.
En el barómetro de Castilla-La Mancha, el PP sería el partido más votado en las cinco provincias. El mejor resultado lo obtendría en Guadalajara, donde el 22 de mayo se elegirán ocho diputados autonómicos. Los populares tienen una estimación de voto del 53,4 por ciento, frente al 38,9 por ciento de los socialistas. Traducido en escaños significa que cinco serían para el partido de Rajoy, y tres para el de Zapatero. Aunque el PP supera el PSOE en porcentaje de voto en todas las provincias, podría haber empate en el reparto de escaños en Albacete, Cuenca y Toledo. En caso de romperse la igualdad la mayoría beneficiaría siempre al PP. Un caso distinto es el de Ciudad Real, donde cualquiera de los dos partidos podría obtener un escaño más que su adversario, pero nunca empatarán, porque el número de diputados es impar (11).
En el estudio de GAD se pregunta por la preferencia que tienen los electores sobre la Presidencia de la Junta. En este apartado gana Barreda, que se beneficia de la buena imagen que sigue teniendo en su Comunidad y supera a Cospedal por siete puntos: el 47,9 por ciento le prefiere a él, frente al 40,9 por ciento que elige mejor a Cospedal. Además, el PP gana en fidelidad de voto (20 puntos superior a la del PSOE) y en la conversión de votantes: un 11 por ciento de antiguos electores socialistas votarían al PP.
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