Sobre la sentencia del Tribunal Constitucional desestimando el recurso del PP contra la reforma de la Ley Electoral de C-LM

Respetamos la sentencia aunque la consideramos injusta por tramposa (podría ganar el perdedor), desigual y aprobarse sólo con los votos del PSOE

Desde el PP mostramos el respeto ante la Sentencia del Tribunal Constitucional de desestimar el recurso presentado por el PP contra la reforma de la Ley Electoral de Castilla-La Mancha, aun cuando no coincidan con nuestros postulados”, aunque la consideramos injusta por tramposa (podría ganar el perdedor), desigual y aprobarse sólo con los votos del PSOE.


Por poner varios ejemplos de legalidad, la subida del IVA es legal, la limitación de la velocidad a 110 km/h, que esta misma mañana nos ha sido impuesta, es legal; como también la subida de la luz es legal”. Sin embargo, “ninguna de estas tres cosas nos gustan a los castellano manchegos –medidas todas ellas votadas favorablemente por Barreda- como a nadie le puede gustar una Ley electoral impuesta, no consensuada, con el único fin de generar desigualdad entre los ciudadanos de Castilla-La Mancha, como reconoce y cuestiona el propio Tribunal Constitucional”.


Así, la Ley diseñada por Barreda “tan tramposa como formalmente correcta que persigue que un partido perdedor de las elecciones pueda gobernar; una Ley aprobada sin consenso que genera desigualdad entre los castellano manchegos”.

Por todo ello, el presidente socialista debe salir ante la opinión pública a dejar claro si, en el caso de que esta situación se produjera y el PP obtuviera más votos que el PSOE, dimitiría y no ocuparía la presidencia de Castilla-La Mancha por no haber ganado las elecciones más votos.


Ejemplo: Barreda al hacer par el nº de diputados en 4 de las 5 provincias (AB=10, CU y GU=8, TO=12) y sólo impar CR=11, podría perder por miles de votos en cada una de las 4 regiones pares y empatar a diputados y ganar de un solo voto en Ciudad Real y ganar por un diputado. En el global perdería por decenas de miles de votos pero tendría un diputado más. Es por tanto una ley tramposa y desigual según la residencia del votante.