Más vale reir que llorar. La última de la que nos hemos enterado ha sido la colocación de una estatua de Pablo Iglesias en una rotonda de Alcázar de San Juan que, aunque no han precisado su cuantía, por fuentes fiables se ha sabido que ha costado una fortuna. Y lo han hecho a bombo y platillo como si fuera motivo de orgullo gastarse un dineral en un municipio con 2.800 parados, una deuda municipal que roza los 29 millones de euros y, lo que es peor, sin consultar a los vecinos. Aunque se empeñen en asegurar que ha sido financiada por el PSOE nos cuesta creerles después de la interminable sartas de mentiras que nos han dedicado a los ciudadanos en los últimos tiempos. Y nos cuesta creerles porque parece una broma que se gasten dinero en tamaña exaltación ideológica y propagandística con los tiempos que vivimos.
Y, como era de esperar, para tan sonado acontecimiento fueron convocados importantes dirigentes del partido tanto a nivel provincial como local, personalidades pagadas con dinero público a las que les sobra el tiempo y que deben estar muy satisfechos con el trabajo que realizan para poder trasladarse a Alcázar para presentar una estatua.
Si Pablo Iglesias levantara la cabeza...
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