Cospedal se sale, asusta a los funcionarios y hace una enigmática broma
Este martes ha sido un día grande para la presidenta del PP de Castilla-La Mancha y sec
retaria nacional de este partido, María Dolores de Cospedal, que para presentar su programa de economía como candidata a la Presidencia de la Junta se rodeó de un gran número de altos representantes de las finanzas del país, además de numerosos cargos de su partido, con Rajoy a la cabeza, y los pesos pesados de la "inteligencia" económica del PP. Nunca los "populares" habían conseguido congregar en Castilla-La Mancha a tanta persona influyente en un mismo acto. Eso, claro está, se debe a la condición de Cospedal de número dos del PP, a su mayor fuerza cada día y a que quien más quien menos está asimilando que si las circunstancias no cambian cada vez tiene más posibilidades de ser la próxima presidenta de la región. Este acto ha marcado el arranque de la precampaña electoral y ha permitido que se visualice el poderío con el que Cospedal quiere afrontarla y los ingentes recursos con los que va a contar para ello, empezando sobre todo por el apoyo que le va a brindar el PP nacional y algunos de los más poderosos miembros del partido. Cospedal puso en evidencia que va a contar con casi todos los miembros del equipo económico con el que José María Aznar llevó a cabo el llamado "milagro español". Todo eso en un mismo acto y delante de personajes como Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid, o Manuel Menéndez, presidente de Cajastur, que dicen que contadísimas veces asiste a eventos de este tipo. Les gustó el discurso de Cospedal. A Rato porque es uno de los artífices y a Menéndez porque seguramente le suena bien la música de este programa económico con el que el PP quiere regenerar la economía regional. No les ha gustado en cambio ni al PSOE ni a los sindicatos de clase. No les ha gustado nada en absoluto. Ni tampoco a muchos funcionarios y empleados públicos de la Junta. Cospedal, que se va a marcar como principal objetivo de su gobierno la creación de empleo, por el momento lo que ha planteado ha sido mandar a cientos de personas al paro. Su discurso de ayer ha creado verdadero pánico en diversos estamentos, organismos y entidades dependientes del presupuesto de la Junta. No sólo ratificó la intención de privatizar la Radio Televisión de Castilla-La Mancha, con la pérdida de puestos de trabajo que por lógica debe suponer, sino que además amenazó con cargarse el Consejo Económico y Social, el Consejo Consultivo, la Sindicatura de Cuentas y la oficina del Defensor del Pueblo. Entre todos suman decenas de puestos de trabajo, algunos muy bien remunerados.También podría costar numerosos empleos racionalizar el sector público a través de auditorías de todos los entes del sector "para evaluar la relación entre su coste y su eficacia". Igualmente reducirá la incorporación de personal al sector público, tanto fijos como eventuales, debido a que, a juicio de Cospedal, el empleo que se genera de esa forma muchas veces "no es fructífero".El plan de racionalización del sector público conllevará la desaparición de entidades y empresas públicas que puede afectar hasta el 75% de las mismas. Además recortará un 50% los puestos de libre designación. Es decir, que a los 400 empleados que se quitará de encima con la privatización de RTVCLM, hay que sumar otros cuantos cientos correspondientes a las empresas y entidades públicas de la Junta y al montón de los que ocupan puestos de libre designación.Y por si todo eso fuera poco, dejarán de tener empleo aquellos que trabajan en la "ingente cantidad de publicaciones que solo valen para el autobombo de Barreda" y que también se van a reducir. Igual que el número de delegados de la Junta, que pasarán de los 35 actuales a cinco, con lo que eso conlleva de desaparición de puestos de trabajo de los empleados que mantienen esas 30 delegaciones.Como puede verse, Cospedal quiere provocar un tremendo terremoto en cuestión de empleo en la Administración autonómica. Le ha echado valor y no le ha importado el riesgo que supone meter el miedo en el cuerpo al batallón de empleados públicos que hay en Castilla-La Mancha. Su convicción es tal que a la dirigente "popular" no le importó hacer una broma con el asunto de las delegaciones, aunque nadie la entendió. Cuando decía que iba a reducir los 35 delegados a cinco incluyó uno más que "me ha pedido que le mande a Asturias". Como no hubo reacción de los asistentes a este anuncio tuvo que explicar que era una broma. No era una muestra de complicidad con el presidente de Cajastur sino con el de Caja Madrid, Rodrigo Rato, que es asturiano, un buen amigo y uno de sus más firmes apoyos.
retaria nacional de este partido, María Dolores de Cospedal, que para presentar su programa de economía como candidata a la Presidencia de la Junta se rodeó de un gran número de altos representantes de las finanzas del país, además de numerosos cargos de su partido, con Rajoy a la cabeza, y los pesos pesados de la "inteligencia" económica del PP. Nunca los "populares" habían conseguido congregar en Castilla-La Mancha a tanta persona influyente en un mismo acto. Eso, claro está, se debe a la condición de Cospedal de número dos del PP, a su mayor fuerza cada día y a que quien más quien menos está asimilando que si las circunstancias no cambian cada vez tiene más posibilidades de ser la próxima presidenta de la región. Este acto ha marcado el arranque de la precampaña electoral y ha permitido que se visualice el poderío con el que Cospedal quiere afrontarla y los ingentes recursos con los que va a contar para ello, empezando sobre todo por el apoyo que le va a brindar el PP nacional y algunos de los más poderosos miembros del partido. Cospedal puso en evidencia que va a contar con casi todos los miembros del equipo económico con el que José María Aznar llevó a cabo el llamado "milagro español". Todo eso en un mismo acto y delante de personajes como Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid, o Manuel Menéndez, presidente de Cajastur, que dicen que contadísimas veces asiste a eventos de este tipo. Les gustó el discurso de Cospedal. A Rato porque es uno de los artífices y a Menéndez porque seguramente le suena bien la música de este programa económico con el que el PP quiere regenerar la economía regional. No les ha gustado en cambio ni al PSOE ni a los sindicatos de clase. No les ha gustado nada en absoluto. Ni tampoco a muchos funcionarios y empleados públicos de la Junta. Cospedal, que se va a marcar como principal objetivo de su gobierno la creación de empleo, por el momento lo que ha planteado ha sido mandar a cientos de personas al paro. Su discurso de ayer ha creado verdadero pánico en diversos estamentos, organismos y entidades dependientes del presupuesto de la Junta. No sólo ratificó la intención de privatizar la Radio Televisión de Castilla-La Mancha, con la pérdida de puestos de trabajo que por lógica debe suponer, sino que además amenazó con cargarse el Consejo Económico y Social, el Consejo Consultivo, la Sindicatura de Cuentas y la oficina del Defensor del Pueblo. Entre todos suman decenas de puestos de trabajo, algunos muy bien remunerados.También podría costar numerosos empleos racionalizar el sector público a través de auditorías de todos los entes del sector "para evaluar la relación entre su coste y su eficacia". Igualmente reducirá la incorporación de personal al sector público, tanto fijos como eventuales, debido a que, a juicio de Cospedal, el empleo que se genera de esa forma muchas veces "no es fructífero".El plan de racionalización del sector público conllevará la desaparición de entidades y empresas públicas que puede afectar hasta el 75% de las mismas. Además recortará un 50% los puestos de libre designación. Es decir, que a los 400 empleados que se quitará de encima con la privatización de RTVCLM, hay que sumar otros cuantos cientos correspondientes a las empresas y entidades públicas de la Junta y al montón de los que ocupan puestos de libre designación.Y por si todo eso fuera poco, dejarán de tener empleo aquellos que trabajan en la "ingente cantidad de publicaciones que solo valen para el autobombo de Barreda" y que también se van a reducir. Igual que el número de delegados de la Junta, que pasarán de los 35 actuales a cinco, con lo que eso conlleva de desaparición de puestos de trabajo de los empleados que mantienen esas 30 delegaciones.Como puede verse, Cospedal quiere provocar un tremendo terremoto en cuestión de empleo en la Administración autonómica. Le ha echado valor y no le ha importado el riesgo que supone meter el miedo en el cuerpo al batallón de empleados públicos que hay en Castilla-La Mancha. Su convicción es tal que a la dirigente "popular" no le importó hacer una broma con el asunto de las delegaciones, aunque nadie la entendió. Cuando decía que iba a reducir los 35 delegados a cinco incluyó uno más que "me ha pedido que le mande a Asturias". Como no hubo reacción de los asistentes a este anuncio tuvo que explicar que era una broma. No era una muestra de complicidad con el presidente de Cajastur sino con el de Caja Madrid, Rodrigo Rato, que es asturiano, un buen amigo y uno de sus más firmes apoyos. 
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